1. Los abuelos son los segundos padres de tus hijos y también, en muchas ocasiones, sus mejores amigos. Son figuras llenas de experiencia, sabiduría y, ¿sabes qué es lo mejor? Ellos ya fueron estrictos contigo, ahora les toca disfrutar de consentir a tus hijos y divertirse.
Aunque no les exijan a tus hijos como si fueran sus papás, sí son importantes figuras de autoridad. Imparten el respeto desde el cariño y no desde el miedo, hacen que sea más sencillo entender esa frase de: “Lo hago porque te quiero”.
2. Orden y mucho cariño
Los abuelos son muy importantes para entender cómo deben los niños comportarse en sociedad, ya que se dan cuenta de cómo se portan sus papás frente a ellos y así los más pequeños imitan la acción.
En lo que refiere a las emociones, los abuelos amarán a tus hijos como si fueran propios, así que imagina la cantidad de amor que recibirán, más cuando se trata de los primeros años, que es cuando empiezan a forjar sus lazos afectivos. Todo esto producirá confianza en tus peques.
3. Tradición de la abuela
Las tradiciones son la mejor herencia que los abuelos pueden dejarle a tus hijos, ya que esto construye recuerdos familiares y es importante que se desarrollen adecuadamente. Por ejemplo, los domingos de galletas con la abuela.
No solo eso, también les ayudará a mantener su apego a las costumbres, les aportará conocimientos sobre su historia personal, familiar y cultural, además de aspectos que permitirán la adquisición de una identidad personal más consolidada en su futuro.
Algo que puedes convertir en tradición y compartirlo con los abuelos es la hora del baño, misma que sin duda puede sumar en tiempo de calidad para tu familia. ¿Qué tal si lo haces más divertido con una tina Tubbies?
4. Lo bien aprendido jamás se olvida
Desde las historias de su juventud, hasta las lecciones de vida, los abuelos son el ejemplo de sabiduría que todo niño requiere, esto los ayudará a entender cuál es su lugar y espacio a nivel familiar.
Los tesoros que brinda tener una infancia con abuelos es incontable, por lo que se convierten en un pilar fundamental de sabiduría, experiencia, tranquilidad, cariño y estabilidad. Pero algo importante es que el beneficio es mutuo, ya que los abuelos también se enriquecen emocionalmente con el contacto con sus nietos, los rejuvenece, lo hace fuertes y los llena de vitalidad. Es un win-win ¿no crees?