Un reporte realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge demostró que los hábitos financieros en la infancia se consolidan a partir de los siete años. Con esto en mente, piensa en la importancia que tiene la educación monetaria desde que tus hijos logran entender el concepto de: Dinero = Bienes.
Esto no significa que les tengas que enseñar los pormenores de los intereses, porcentajes, deudas, estadísticas ni nada por el estilo (todavía), sin embargo, es importante que aprendan el valor de las cosas y lo que implica un gasto.
Nos dimos a la tarea de recolectar una serie de prácticas y enseñanzas que puedes empezar a implementar con tus hijos para que aprendan el valor del dinero y que puedan fomentar el hábito del ahorro. ¡Toma nota!
Esto es clave, tu hijo debe de entender que no siempre podrá tener todo lo que quiere inmediatamente. La espera de resultados es algo que nos cuesta a todos, hay que tener paciencia e inculcarles que si de verdad desean algo tendrán que esperar y ahorrar para conseguirlo.
Incluso puedes empezar a impartir esta lección sin poner sobre la mesa el tema monetario. Por ejemplo, cuando tu hijo esté en una fila para subirse a un juego o recibir algo, aprovecha la oportunidad para discutir cómo la espera es importante cuando quieres conseguir algo.Un ejercicio que ha probado ser muy efectivo para familiarizar a los niños con el ahorro y el gasto es el de los frascos. Se recomienda que sean frascos de vidrio para poder ver el avance, unos Mason Jars funcionarán perfecto. Sepáralos en cuatro categorías: ahorro, gasto, caridad/beneficencia e inversión. Cada que tu peque reciba dinero, ya sea por su cumpleaños, Navidad o su mesada, haz que los separe en estos frascos.
En el frasco de ahorro corresponde un pequeño porcentaje de todo el dinero que reciba. Así se forma poco a poco el hábito del ahorro constante. El frasco de gastos es para utilizarse cada vez que quiera algo, lo que sea, ya sea un dulce, stickers, algún premio pequeño como lo que encuentras en las cajas del supermercado. El de caridad sirve para fomentar el hábito de ayudar, este dinero puede ser usado para una causa específica o alguna que surja durante el año. El frasco de inversión es para que en un futuro ese dinero se duplique gracias a que ha ido ahorrando sin gastarlo. Existen opciones increíbles para el tema de la inversión, algunos bancos tienen servicios de cuentas bancarias para niños. Al sentir esto como algo más real y del "mundo de los grandes" los entusiasmará mucho y crecerán sus ahorros. ¡Inténtalo!
Los expertos recomiendan separar el dinero de la siguiente forma: 50% de los ingresos son para gastos, 30% para ahorro, 10% para inversión y el 10% restante para caridad/beneficencia. ¿Cúanto darle a tu peque? Algunos recomiendan que la mesada debe de ser igual a 15 pesos por cada año de edad a la semana. Si tu hijo se gana un dinero extra por lavar el coche o barrer el jardín es totalmente válido, simplemente motívalo a que lo separe adecuadamente entre sus frascos.
Otro tema que es común en algunos niños es el no querer gastar en nada. Hay dos extremos: que gastan en todo o que no gastan en nada. Debes de notar estas actitudes e incentivarlos a gastar o a ahorrar más dependiendo del caso. Al fin de cuentas, el dinero es para gastar inteligentemente.
Tener metas claras es un proceso clave para fomentar el ahorro. Para este tipo de cosas el frasco de ahorro puede funcionar perfecto. Si hay algo que de verdad quiera como un juguete o un videojuego podrá ir reuniendo cada moneda hasta lograr el monto para comprarlo. Empiecen por pequeños objetivos, cosas no tan caras para que pueda ver los frutos del ahorro rápidamente. Así evitas que se desespere y quiera renunciar muy pronto. Conforme avance los objetivos podrán ser mayores.
Cuando los vaya cumpliendo se entusiasmará y es una manera de tener resultados 100% palpables gracias a su ahorro.
Aquí la lección es: El dinero es finito y tienes que elegir en qué gastarlo. Básicamente es una forma de enseñarle a tu peque a gastar inteligentemente. ¿Quieres comprar una pistola de agua muy cara o comprar dos pequeñas para poder jugar con un amigo?
Eventualmente podrás involucrarlo un poco más en decisiones para el hogar. Si te acompaña al super pueden elegir juntos, pregúntale cosas como ¿De verdad necesitamos esto? ¿Crees que podemos pedir esto prestado en lugar de comprarlo? ¿Crees que nos cueste menos en otro lado? ¿Podemos hacerlo en casa?
También puedes darle dinero y encargarle que compre algo de la lista del super. Así él estará haciendo elecciones en un presupuesto real.
Algo muy importante es poner límites. Aunque tu hijo esté ahorrando su dinero tiene que saber que también hay cosas prohibidas en las que no es correcto que lo gaste a su edad. Por ejemplo, no queremos que gaste sus ahorros en petardos, cigarrillos, algo que afecte su salud o lo ponga en peligro. Platica con él y asegúrate de saber en todo momento sus planes a futuro con sus ahorros. Se vale decirle que no.
Una vez que entienda cómo funciona ahorrar y gastar las metas cambian un poco. Las metas a largo plazo son las que más queremos que busquen, pero para que esto pase tienen que darse cuenta lo que están sacrificando para lograrlo. Por ejemplo, si tu hijo tiene un hábito de comprarse un helado después de comer todos los días, tal vez quiera sacrificar eso para usar ese dinero y comprarse un iPod o algo por el estilo. Aquí entra de nuevo el tip de darles un porcentaje de dinero cada que lleguen a una meta para que alcancen su objetivo más rápido.
El punto es clarificar que un ahorro a largo plazo tiene mejores resultados. El ahorro a corto plazo es bueno también y el hecho de que aprendan a separar ambos para que identifiquen cuándo usar cada uno es esencial para que sepan administrarse.
¡Empieza la educación financiera hoy! Verás que les dará un sentido de responsabilidad y disciplina que los hará madurar y entender mejor su entorno. Nunca se es demasiado joven para aprender, en Tubbies queremos darte los mejores tips para ti y toda tu familia.