marzo 20, 2018 3 Tiempo de lectura

En el mundo actual, es rara la mamá que se dedique solamente a las labores del hogar. Casi todas trabajamos en una oficina, nos hacemos cargo de la casa y somos mamás de tiempo completo. ¡Es agotador! 


Muchas veces, sin estar del todo conscientes, nos equivocamos al decir: «mi esposo me ayuda en casa»; porque al ser una familia, todos debemos colaborar con las diferentes tareas que hay que desempeñar en la casa, está súper mal suponer que todo le corresponde a mamá y los demás son «buenos» porque echan una mano. Es muy importante que para que el ambiente familiar sea sano, todos pongamos de nuestra parte y, por qué no, que hasta tengamos tareas asignadas.


Delegar tareas

Desde que son pequeños podemos involucrar a nuestros hijos en las tareas del hogar. Por supuesto, debe ser a su medida; no podemos pedirle a un chiquitín de dos años que barra la casa, pero podemos aprovechar que a esa edad ellos tienden a imitar todo lo que ven a sus padres hacer y desde esa temprana edad explicarles que todos colaboramos en casa. Por ejemplo, a mis hijas yo les compré de esas pequeñas escobitas para niños, y desde pequeñas me «ayudan» a barrer. Por supuesto, al principio era más lo que deshacían que lo que apoyaban, pero no por eso me enojaba, al contrario, agradecía su disposición.

Poco a poco se pueden involucrar en actividades más complejas: al principio basta con que recojan sus platos de la mesa, ya más grandes pueden ayudar a lavarlos. A mis hijas les encanta, aunque es verdad que derraman espuma por toda la cocina. Obvio los niños no sabrán cómo poner a funcionar la lavadora, pero pueden recoger su ropa sucia y separarla por colores. Es muy importante, para que todo esto funcione, predicar con el ejemplo. Si los hijos ven que tanto mamá como papá o las demás personas que vivan en casa (tíos, primos, abuelitos) participan y colaboran, ellos querrán formar parte de esas actividades.


La tarea ideal...

Hay tantas cosas que hacer en casa que seguro encontraremos una ideal para la edad de nuestros hijos.

  • Los más pequeños (dos-tres años) pueden ayudar recogiendo el tiradero que queda después de jugar todo el día, clasificar los juguetes es bueno para que refuercen cosas que están aprendiendo en esa etapa, como los colores. Pueden solicitarles a sus chiquitines que guarden en una caja todos los juguetes rojos, por ejemplo.
  • También pueden encargarse de echarle alimento a la mascota de casa o de regar las plantitas con agua (aunque no está de más que siempre lo hagan bajo la supervisión de un adulto).
  • Los niños «grandes», como ellos se conciben a sí mismos a los cuatro o cinco años, pueden ir aprendiendo a bañarse solitos y a poner y levantar los platos de la mesa.
  • A partir de los seis años son capaces de organizar sus útiles escolares, preparar su mochila, incluso hasta tender su cama.Pensemos que todas estas labores, aparte de facilitar la dinámica en casa los ayudan muchísimo a ellos a ser independientes y responsables.


Mi sugerencia es que se reúnan todos los miembros de la casa y cada quien se asigne lo que es capaz de realizar y que sabe que va a cumplir. Así todos serán testigos y se incitarán los unos a los otros a cumplir con las tareas que les corresponden en el hogar. Será bueno para todos: por supuesto, alivianará mucho la carga de mamá y también aportará mucho en la formación de tus hijos como personas solidarias y comprometidas. Espero que esta información les ayude, no olviden dejarnos en los comentarios sus experiencias con las labores domésticas en familia, nos encantará leerlos.



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