No te preocupes, no hay nada malo con tu pequeño. Sigue leyendo para que veas qué es lo que puede estarle pasando y las formas de enfrentar esta situación.
Primero que nada: que a tu hijo no le guste el futbol tanto como a los otros niños no es un problema. Debemos quitarle la connotación negativa a un niño que no es fanático del deporte. Simplemente es un gusto que se adquiere, algunos más que otros, pero no debe de ser visto como algo malo.
Piensa que esto puede tener razones que no son tan evidentes en el primer acercamiento. Habla con él y trata de que te explique específicamente por qué no disfruta hacer deporte con sus amigos.
Expertos aseguran que los niños tienden a casarse con ideas por experiencias y situaciones que han vivido. A veces su repulsión al deporte puede estar ligada a algún accidente o momento desagradable. Por ejemplo:
El hecho de que tu hijo o hija no quiera estar en el equipo de futbol o haga todo lo posible por evitar las prácticas no quiere decir que no le guste el deporte. Existen muchas opciones que a veces no notamos o incluso olvidamos. Aunque sea un equipo menos popular puedes inscribirlos a otro deporte como beisbol, volleybol, waterpolo o rugby.
Una recomendación es que los permitas participar en deportes individuales. A veces la presión de tener un equipo con el que hay que cumplir puede estresarlos o ser la razón por la que no disfrutan tanto participar.
Algunos deportes que puedes probar en los que no se involucra tanto el desempeño de un equipo son:
Si tu hijo continúa sin decidirse a participar y no encuentra verdadera vocación en el deporte hay muchas otras actividades que puede realizar. Estas, además de proporcionarle actividad física diaria, son divertidas y no involucran competencia ni una medición de su rendimiento (motivos por los que los deportes pueden causarle molestia o estrés).
Si crees que tu hijo definitivamente prefiere alejarse del deporte o las actividades físicas, ¡no te preocupes! Esto no es nada malo simplemente tendrás que idear alguna otra actividad que le permita divertirse, mantenerse ocupado y convivir con niños de su edad. Por el simple hecho de que es importante que sepa relacionarse y que encuentre algo que lo inspire y le agrade.
Procura impulsar su lado artístico, sobre todo si el deporte o las actividades físicas no lo atraen demasiado. Por ejemplo:
Para que no se quede sin hacer ninguna actividad física dale tareas que lo hagan moverse a cambio de dejar el equipo o las prácticas. Pueden ser sencillas como lavar los coches, pasear al perro o sacar la basura todos los días. Traten de hacerlas en familia al principio para que tu hijo experimente cosas positivas. Aquí hay algunas ideas.
Todo toma tiempo, tu hijo también puede estar pasando por una fase que eventualmente superará. Piensa que no todos disfrutan lo mismo o tienen los mismos resultados en cuanto a los deportes. Lo que sí será un éxito para todos es un delicioso baño en su tina Tubbies después de un largo día de clases y ejercicio. Compra la tuya aquí.