Como mamá de dos pequeños, he aprendido que la hora del baño es mucho más que solo limpiar a los niños. Desde que mi hijo cumplió 2 años, el baño en tina se ha convertido en un momento clave para el desarrollo de mis hijos, ¡y sobre todo para mi tranquilidad! Sin duda, me ha ayudado a calmarlos. Y déjenme decirles honestamente, ¡la hora del baño es mejor con Tubbies!
Bañar a nuestros hijos puede parecer una tarea obligatoria y rutinaria, pero es también una gran oportunidad para que aprendan y disfruten. Después de investigar en algunas páginas y basándome en mi propia experiencia, les cuento algunos de los beneficios que he descubierto al bañar a mis peques en la tina:
Estimulación sensorial: El agua es mágica para los sentidos. A través de la temperatura, el movimiento del agua y los juguetes, los niños descubren nuevas texturas y sensaciones. ¡Mis hijos se la pasan increíble!
Mejora de la motricidad: Jugar en la tina no solo es divertido, también les ayuda a desarrollar habilidades motoras. Agarrar juguetes flotantes o jugar a verter agua de un recipiente a otro mejora su coordinación.
Relajación total: Un baño calentito antes de dormir es nuestro secreto para que se duerman más rápido. Después del baño, siempre están más tranquilos y listos para ir a la cama.
Momentos de conexión: Para mí, la hora del baño es un momento para desconectar del mundo y conectar con mis hijos. Reímos, platicamos y disfrutamos de estar juntos. Es una rutina que fortalece nuestro vínculo como familia.
Fomento de la independencia: Mis hijos ya empiezan a querer hacer cosas por sí mismos, como enjabonarse o elegir sus juguetes del baño. Esto les da una sensación de logro y autonomía.
El baño no solo es una necesidad, es un momento especial lleno de risas y aprendizaje. ¡Así que, mamás, aprovechemos este tiempo con nuestros pequeños! Y recuerden, "La hora del baño es mejor con Tubbies".
Bibliografía: