2025

Donde el agua se convierte en recuerdo

Donde el agua se convierte en recuerdo

No sé si te pasa, pero en casa la hora del baño se ha vuelto nuestro momento favorito para bajar revoluciones. Ya sabes, después de todo el corre-corre del día: escuela, tareas, juegos, regaños, risas… el baño es como ese paréntesis que nos regala calma antes de dormir.

En nuestra tina Tubbies, mi hijo y yo tenemos un pequeño ritual. Mientras el agua se llena, él elige qué juguete será “el invitado especial” de esa noche (últimamente siempre gana el tiburón). Yo aprovecho para platicar con él sobre su día, pero no con el clásico interrogatorio de “¿qué hiciste en la escuela?”, sino con preguntas más divertidas: “¿qué fue lo que más te hizo reír hoy?”, o “si tu día hubiera sido una película, ¿qué título tendría?”. Créeme, ¡las respuestas son oro puro!

Algo que me encanta de este ritual es que la tina se convierte en ese espacio donde no hay pantallas, no hay prisas, no hay pendientes. Solo estamos él y yo, riéndonos de cualquier ocurrencia, inventando historias, o simplemente disfrutando del silencio mientras juega con la espuma.

¿Mi tip? Haz del baño un momento predecible, casi como un pequeño espectáculo que esperan juntos. Puedes poner música relajante algunos días, y otros dejar que sea pura fiesta. Lo importante es que se convierta en un tiempo especial para ambos, porque esos minutos construyen memorias que se quedan.

Además, descubrí que estos momentos no solo lo relajan a él: también me relajan a mí. Entre la risa de sus juegos, el olor del jabón y el agua tibia, siento que el estrés del día se va deshaciendo poco a poco. Es como una terapia compartida que nos recarga a los dos. Y lo mejor es que no se necesita nada complicado: una tina cómoda como Tubbies, un poco de imaginación y las ganas de estar presentes.

Al final, cuando sale con esa carita feliz y yo con el corazón lleno, sé que valió la pena cada burbuja. Porque la hora del baño es mucho más que limpieza: es un recordatorio de que los momentos sencillos, cuando se viven con amor, se convierten en los más grandes recuerdos.

La hora del baño es mejor con Tubbies, porque ahí no solo hay agua, hay historias, juegos y cariño que quedan grabados para siempre.

 

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